"El tiburón les dije a los muchachos que por algo se nos atravesó, nos quitó un coronado, siempre hacía lo mismo porque en la zona donde lo capturamos no hay pesca como la que comúnmente existe, además de que por su especie es de peligro para los bañistas, así que decidimos subirlo a la lancha", comentó don Sacramento, con más de tres décadas dedicado a la pesca.
El enorme pez, al que primero estuvieron remolcando en el mar, inició la lucha desde las siete de la mañana; y a las diez, finalmente, los hombres de mar lo lograron subir a la embarcación menor; para regresar al puerto sanos y salvos.
La tintorera es de alta peligrosidad para los humanos porque no ven sino se guían por los sonidos bajo el mar para cazar a la presa.
El ejemplar capturado sería repartido entre familiares y amigos, por lo rico de su carne, conocida como cazón; aunque también consideraban la posibilidad de venderlo a una empacadora, a 30 pesos el kilo, en promedio. (NoticaribeNews)