La fuga de gas butano se ubicó en el taller de reparaciones y diseños de oro, plata y bronce.
En el acta de inspección también quedó asentado que la instalación eléctrica presentaba serias deficiencias, así como el plafón, el cual representa un peligro para los clientes y los mismos trabajadores.
Protección Civil, igualmente, notó que el establecimiento no contaba con una brigada de primeros auxilios ni plan interno de prevención de emergencias.
La suspensión de la joyería, se dio en función de proteger la integridad de los 50 trabajadores que laboran allí, así como de los clientes. La empresa de joyería podría hacerse acreedora a una sanción de hasta el millón de pesos. (NoticaribeNews)