Una inoperante Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Isla Mujeres se ha convertido en el principal motivo por el que establecimientos deciden actuar de forma irregular contra los turistas y visitantes del municipio.

El más reciente abuso fue el de la joyería Silver Mine, donde los vendedores ofrecieron un producto de plata a los turistas y les dieron alpaca.

Estos abusos han ido incrementando luego de que Raziel Poot Hau, titular de la Profeco en Isla Mujeres, no ha establecido un programa que regule las ventas en los comercios.
Tampoco se ha tomado la molestia de establecer personal que realice revisiones constantes a los comercios para verificar que no vendan “gato por liebre”.

Cuestionado por este medio en repetidas ocasiones sobre si tienen un plan de trabajo para evitar que los comercios sigan abusando de los turistas, éste mencionó que aún no se hará algo al respecto, pues asegura que tampoco cuenta con el personal de verificación.

Al estar los comercios sin un gobierno que regule sus ventas, se les hace fácil aprovecharse de los turistas y visitantes, dejando una mala imagen de la atención que se brinda en el municipio.

Por ello, la problemática no sólo afecta a dichos comercios, sino que engloba a todos los negocios de la isla que viven del turismo.
Por su parte la Dirección de Turismo señaló que ellos también han recibido constantes quejas de turistas que han sido abusados en ese sentido, situaciones que han sido canalizadas a la Profeco, por lo que esperan que el órgano federal dé respuesta a las quejas emitidas y trabaje en la regulación de las joyerías en la isla.