Cozumel.- Terminó ya el trienio de Aurelio Joaquín González al frente de Cozumel; el aún alcalde se ha vuelto sobre sí mismo, aún más, ya no asiste a eventos públicos ni se sabe nada de él, más de 30 funcionarios están de ‘licencia’ trabajando en las campañas y la ciudad funciona ‘en automático’ atendiendo sólo lo indispensable.

Aunque oficialmente concluye su periodo hasta septiembre, es evidente que el municipio ha bajado los brazos y ya no se hace nada importante en la ciudad, salvo el mantenimiento de emergencia, como los baches.

Otras áreas han sido de plano abandonadas, como la limpieza de los parques y las calles, donde el acumulamiento de basura está a la vista.

En el caso de los parques públicos, el único mantenimiento que se les está dando proviene de las Brigadas del Bienestar, del gobierno estatal, y el municipio ya no está realizando trabajos en esas áreas públicas, muchas de las cuales requieren una inversión seria y no solamente una ‘manita de gato’ consistente sobre todo en cortar la hierba y aplicar pintura, que es lo que hacen las mencionadas brigadas.

El bacheo se ha hecho sólo en las calles más importantes y muchas calles interiores que presentan baches o requieren reparar el pavimento por trabajos de conexión de agua y drenaje se han quedado esperando, en algunos casos por meses, a que se presente el personal del municipio.

Sin embargo, el municipio ya prácticamente bajó la cortina y el personal se encuentra más que desmotivado para trabajar debido a los constantes retrasos, que ya se han vuelto costumbre, tanto en las quincenas como en el pago de prestaciones, por lo que impera la ‘ley del menor esfuerzo’ y el ‘haces como que me pagas, hago como que trabajo’.

No hay tampoco un liderazgo visible en la comuna, pues mientras que los dos funcionarios que más perfil público tenían y que evidentemente eran quienes en realidad resolvían los problemas, el ex secretario general Jorge Martín y la ex oficial mayor Marilyn Rodríguez, se han ido ambos a otras funciones (uno a la campaña de Fredy Marrufo y la otra como diputada suplente del mismo personaje); el alcalde Aurelio Joaquín hace días que no se deja ver por el palacio municipal y desde el pasado torneo de pesca, no participa en evento público alguno.

Su departamento de comunicación social ha dejado de hacer pública la agenda del alcalde, si es que aún tiene alguna, y ante su ausencia el rumor popular lo ubica ‘atrincherado’ en el interior de la mansión que desde el principio de su gobierno se hizo rentar en la esquina de la 15 avenida con Aeropuerto, pues nunca le gustó el despacho asignado para él, donde recibe a sus citas y realiza, se supone, reuniones de trabajo de carácter privado.

La actual administración, que comenzó con altas expectativas, fue perdiendo impulso poco a poco y llegó a un punto de inmovilidad cuando a mediados del 2012 se quedaron las arcas municipales sin dinero ni para pagar la nómina de los empleados.